¿Qué andas buscando?

7 de marzo de 2013

"Si en su inmensa mayoría no van a querer ni tocar el escritorio antes del timbre"


Hace unos días estaba brindando sugerencias  de cosas para hacer antes de que suene el timbre. Uno de los seguidores de mi página en Facebook reaccionó con el siguiente comentario: “será para que los maestros INFARTEN. Si en su inmensa mayoría no van a querer ni tocar el escritorio antes del timbre”. En días recientes ocurrió un incidente de violencia en una de las escuelas públicas del país precisamente durante la mañana, antes de que sonara el timbre.  


Esa es la joven que grita a la agresora que golpee a otra alumna durante un incidente ocurrido anteayer minutos antes de que sonara el timbre de entrada de la escuela Bethsaida Velázquez, 
un plantel con una matrícula de 377 estudiantes. 
Tomado del peri'odico El Nuevo Día


Es aquí cuando, como educadores, tenemos que sentarnos y reflexionar ¿qué estamos haciendo por nuestros niños y jóvenes? Más que un trabajo con paga, ser maestro es una responsabilidad que elegimos tener. Nadie nos la impuso. Cuando estudiamos pedagogía, sabíamos lo que estábamos haciendo, conocíamos la decisión que estábamos tomando y decidimos aceptar las responsabilidades que el título trae consigo. Nuestras actitudes se reflejan en nuestros estudiantes. Ellos ven como reaccionamos a todo, como hablamos, como opinamos. Estamos en constante escrutinio. No estoy diciendo que no debemos sentirnos abatidos, cansados o incluso, agobiados.  En esta profesión hay muchos momentos de frustración y como todo ser humanos tenemos estos momentos y sentimientos. Lo que quiero decir es que el salón de clases no es el mejor lugar para manifestar nuestro coraje y frustración. Si no tenemos buena disposición en hacer algo, no pretendamos que nuestros estudiantes la tengan. Si no cumplimos con nuestras responsabilidades, no pretendamos que nuestros estudiantes también lo hagan.



Son muchas las acciones de violencia que se suscitan temprano en la mañana, debido a que los estudiantes saben que a esa hora no hay supervisión escolar o es muy poca. Tenemos que tener bien presente que la escuela debe ser refugio de paz para nuestros estudiantes. También tenemos que tener claros, que somos responsables de estos menores y debemos brindarles seguridad.

Por otra parte, no todo puede recaer en el maestro. La administración del plantel escolar debe tener un plan de acción que vaya a tono con las normas del distrito escolar, con la administración central. ¿Qué hacen los estudiantes antes de que suene el timbre? ¿Qué hace la facultad antes de que suene el timbre? ¿Qué hace la administración antes de que suene el timbre? Si la respuesta es “nada, porque eso está fuera de mi horario de trabajo”, entonces hemos llegado la raíz del problema.

Nuestra sociedad exige un cambio radical en nuestro sistema educativo, que va desde el horario hasta el currículo. Nuestras necesidades como pueblo son distintas a las de hace 10, 15, 20 años atrás. Tenemos que ajustarnos a los tiempos que estamos viviendo, a las necesidades que tenemos hoy día. No podemos permitir que sigan ocurriendo eventos violentos en nuestras escuelas.
               


No hay comentarios.:

Publicar un comentario